Comercio exterior de España en 2022
Negocios del futuro para 2023-2030.
24 de noviembre de 2022
Centrales térmicas de ciclo combinado.
22 de marzo de 2023
El comercio internacional está fuertemente condicionado por sucesos inesperados de alto impacto, tales como la guerra de Ucrania, las restricciones al comercio con Rusia y la subida de los precios de los hidrocarburos, lo cual implica un cambio importante de los suministradores de mercancías con destino a España.
Cuando España ingresó en la UE, las repercusiones fueron inmediatas, y una de las más relevantes fue el descenso de los intercambios comerciales con EEUU, a la vez que aumentaron drásticamente los intercambios con los nuevos socios europeos, como era de esperar. La economía española inició entonces la senda para convertirse en un país abierto a una gran variedad de mercados internacionales.
La Secretaría de Estado de Comercio ha publicado recientemente el Informe del Comercio Exterior de España en 2022, del que se desprenden algunos cambios tendenciales, tales como el descenso de EEUU en el Ranking de los proveedores comerciales de España, que pasa a un cuarto puesto, adelantado por China, Alemania y Francia.
El precio de los hidrocarburos ha sufrido un importante incremento por la situación de crisis mundial generada por Putin, lo que unido a las dificultades de suministro de gas, han generado una desviación de compras de gas licuado a los Estados Unidos, que como no pocas veces ha sucedido en el pasado, pasa a ser un gran beneficiado en las situaciones adversas: las ventas procedentes de EEUU a España durante 2022 aumentaron un nada desdeñable 98%. Esta variación desequilibra, y mucho, la balanza comercial como no puede ser de otra manera. España vendió a EEUU una tercera parte de lo que le compró, cuando en años anteriores este equilibrio exportaciones-importaciones había estado casi siempre en el centro de la balanza.
El 55% de las importaciones españolas proceden de la UE, en cambio el 75% de lo que exporta España tiene como destino algún país de la UE. Esta diferencia entre el porcentaje de ventas y el de compras tiene su explicación en la alta dependencia española de todo tipo de productos energéticos.
El déficit comercial de España con los países no comunitarios tiene un «culpable»: China. Las exportaciones españolas a China descendieron un 7,6% durante 2022, mientras las importaciones del mismo país subieron más del 40%, lo cual se tradujo en un un déficit de los intercambios con China de casi 50.000 millones, dato que contrasta notablemente con los algo más de 25.000 millones registrados en 2021.
Tras estos datos el citado Informe arroja un resultado final para 2022 nada alagueño: el déficit comercial terminó en 66.172 millones de euros, lo que supone un aumento muy considerable respecto al registrado en 2021, que fue algo superior a 26.000 millones de euros.
Una nota de esperanza se desprende también de las conclusiones, que revelan un aumento de casi el 23% de las exportaciones en 2022, frente al 14% de Alemania o el 19% de Francia o Italia. Estos datos pueden ser más significativos si los comparamos con el apenas 10% de avance de las ventas de China al resto del mundo.
